Ha llegado el fin de semana y es hora de que empiece a preparar el terreno para la siembra de tomates.
En el segundo post de este blog (julio 2013) les contaba de mi huerto. Este será el segundo año y ahora empiezo a trabajar con ilusión para ver los resultados en el verano.
No tiene precio comer tomates que tú has sembrado y cuidado. Si, de esos que huelen a tomate de verdad que hacen que ni te acuerdes de los tomates de los supermercados, de los vegetales con sabor a plástico, como digo yo.
Ya no tengo de qué preocuparme.
Sólo me toca mover el esqueleto al son de la guataca y no olvidar que soy guajira.
Que soy una Cubana en la Toscana.
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