Y esto es lo que tiene vivir en medio de la campiña toscana: los grillos.
Si amig@s mios, no paran de emitir este sonido característico conocido como chillidos las 24 horas del día y no miento, me levanto y crick, crick, y dale con el chirrío, y en plena tarde y noche no se cansan estos insectos omnívoros de tanta cantaleta. Por lo que he sabido el canto de los machos puede ser el más ruidoso, así que mirémoslo por la parte positiva, tantos grillos machos llamando a las hembras es un buen indicio de la fiesta que éstos se pegan, o no?
Al final te acostumbras a esta música natural que te acompaña si o si.....y con este Crick, Crick me despido por ahora y ten cuidado que no termine bailando la salsa con este Crick, Crick, dale duro, no, no, digo, Crickkkkkkk.......ja, ja, je, je.....joooooo !!!!!!
Tamara Terré Morell.
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